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domingo, 8 de septiembre de 2013

Geek Escorts

Esta es la definición que da Wikipedia de la palabra Geek

Geek (del inglés geek, pronunciado "guik": IPA /gi:k/) es un término que se utiliza para referirse a la persona fascinada por la tecnología y la informática.[1] [2] [3] El término «geek» en español está relacionado sólo con la tecnología, a diferencia del uso del término geek en inglés, que tiene un significado más amplio y equivalente al término español friki.[4] [5

No es nada nuevo decir que la tecnología lo esta cambiando todo y por supuesto también el mundo del sexo pagado. Son ya varios los artículos en la red que hablan del éxito de las Geek Escorts en el Silicon Valley.



Los jóvenes directivos del mundo de las nuevas tecnologías prefieren escorts 2.0. Sexo si, pero con una chica que sepa de tecnología, con la que se pueda mantener una conversación sobre aplicaciones, desarrollos y últimos gadgets, a la que se pueda pagar a través de medios electrónicos o con la que se pueda mantener también sexo virtual a través de Skype o WhatsApp. Una chica que se mueva en las redes sociales y que sepa hacer de ellas su canal de conexión con sus clientes. Sexo pero con un peso cada vez mayor de la tecnología, en muchos casos interpuesta entre los cuerpos.

En una entrevista a una Geek Escort decía:




¿Y cómo es este nuevo perfil de cliente? Las prostitutas especializadas en este sector lo defienden: "suelen ser amables, con mucho dinero y que trabajan en las empresas de tecnología punteras", la mayoría de ellos apenas supera la veintena, y son muy tímidos. "Una vez un cliente me pidió consejo para echarse novia", confiesa una de las prostitutas, "incluso me preguntó si para ello debería comprarse un perro". Eso mientras conducía su Ferrari...


 

Mi Book

Cuando abrí el ordenador la agencia me había enviado su selección de fotos para el book para que yo hiciese la mía

Escogí para publicar aquí algunas de series que no se relacionasen directamente con las que aparecerían en el book de la agencia para evitar conexiones. He dudado si hacerlo pero quise dar una idea gráfica  de lo contado en post modelo de fotografía

 
 





Tenía una llamada de Ana, había organizado varias citas para la semana, la primera mañana. La habían pedido unos clientes que ella no conocía, eran extranjero, dos hombres, habían elegido también a otra chica de Ana. Nos encontraríamos las dos en el lobby del hotel a las 20:30, la contratación era por 12 horas. 

Desayuno para dos

Me he despertado en su casa con el olor del café. Había preparado un buen desayuno, mucho mas de lo que tomo habitualmente a estas horas. Me gustan estas mañana perezosas de los domingos donde el lunes esta aún  lejos y la agitación  del sábado queda como un agradable recuerdo en nuestra cabeza.

 


Me llevó   a un restaurante japonés, no es una coincidencia, sabia que me gustan y además quería provocar una situación lo mas parecida posible a la de mi primera cita con un cliente (descrita en los post primera cita y suite 204) Había elegido la misma ropa pero al final decidí cambiar, un vestido rojo y tacones extremos no era lo mas apropiado para salir a cenar con un chico la primera noche). Escogí algo mas informal, mini vaquera de Armani Jeans, divertida de H&M, sandalias de tacón muy alto de Farrutx, azules y bolso de CH. La ropa interior la seleccione con cuidado entre las compras que había hecho en La Perla, quería que si llegaba a desnudarme se llevase un buen premio.

 
 
Estaba algo nervioso, llevaba algún tiempo queriendo que quedásemos y conseguirlo le daba cierta inseguridad. Le deje toda la iniciativa yo colaboraba pero no hacia esfuerzos, dejaba que él llevase el peso de la conversación, la fluidez de la noche. Quería experimentar la sensación del cliente cuando la escort se esfuerza en mantener esa fluidez, aprender a hacerlo. Seguramente me había pasado en citas anteriores con otros chicos pero no me había fijado en los detalles, las sutilezas, la forma de esconder los nervios. Seguí sus iniciativas, colaboré, pero me mantuve siempre en una cierta distancia.

Fuimos a tomar una copa, al sentarme en el coche la falda se subió mas de la cuenta pero no lo corregí. El trataba de mirarme a la cara cuando me hablaba pero la mirada se le iba a mis piernas, no hice nada y le dejé intentando controlar sus ojos.

Tenia curiosidad por ver donde intentaría el primer beso y lo hizo en el bar en un momento en el que por la aglomeración de gente nuestras caras estaban muy juntas. Le deje, fue un beso rápido en mis labios, le sonríe y eso estableció ya la complicidad para toda la noche.     

Como había supuesto, la ropa interior de La Perla le entusiasmo, se lo note aunque no dijo nada. Ahora, mientras me la quitaba, yo estaba tumbada boca arriba en su cama y le dejaba hacer. Cerré los ojos y le sentí recorrer mi cuerpo. Me vinieron a la cabeza las imágenes de mi cuerpo bajo el del cliente, pasaron rápido.

 


He vuelto a casa sola aunque ha insistido en traerme. Me sentía muy bien, me había mimado toda la noche, el encuentro sexual había tenido la mezcla de pasión y dulzura adecuadas y me sentía valorada. Solo quedaba un cierto remordimiento en mi cabeza y la sensación de haberlo utilizado, de no haber sido sincera, de haber fingido algo en la cama (aunque lo pase bien), de tomarlo como un entrenamiento para lo que ya era mi nueva profesión de escort